La unión tan natural de Jimena Grossi a Mar del Plata parece determinar un poco el lugar en el que Maria Paez emergió, la ciudad es hasta la fecha
el primer mercado de la firma.
Fue allí, en Mar del Plata, donde se dio cuenta de darle una vuelta de tuerca a la firma: en un principio, Maria Paez fue concebida como una marca exclusiva de blazers para mujeres. Pero pronto esas mujeres empezaron a pedir también más prendas, así que sin pretenderlo, acabó ideando colecciones que cubrían el armario femenino. Desde los comienzos, se hizo hincapié en productos de calidad, confeccionados respetando a las personas y al savoir-faire.
Este diálogo con la sensibilidad, con los demás, se inscribe fundamentalmente en los genes de Maria Paez, los de una marca que solo se percibe como acogedora, abierta, sincera y accesible que se deja mecer sutilmente en los brazos de la atemporalidad.